Esta mañana inicié mi día como de costumbre revisando mi celular, recorriendo las noticias del día, las redes sociales y el famoso whats, y debo decir que me llevé una gran sorpresa.
Durante este vistazo digital comencé a notar cómo la sociedad civil nos estamos empezando a mover, cada uno desde sus trincheras: la creación de proyectos para ayudar al prójimo, el reconocimiento a nuestros nuevos héroes (el personal de servicios médicos), organizaciones civiles involucrándose en temas políticos y sociales, y todos tratando de buscar soluciones para rescatar el complicado panorama económico.
En este torbellino de sucesos rápidamente cambiantes, decidí enfocarme en algo muy positivo que está pasando, y es que estamos viviendo un momento mágico en el mundo del emprendimiento.
De forma sorprendente, las personas se han dedicado a lanzar soluciones para sacar adelante sus proyectos y tratar de vivir una vida lo más normalizada posible, algunos mientras están encerrados, lo cual me hizo pensar: ¿por qué la sociedad está inventando nuevos modelos de negocios tan rápido y de forma certera?
Mi conclusión es que la situación que trajo el Covid-19 nos está obligando a innovar y a centrarnos únicamente en necesidades reales que se nos están presentando en este momento histórico que estamos viviendo.
De un día para otro nos pidieron guardarnos en casa, aislados, sin contacto físico y tratando de seguir nuestra vida normal. Esa situación, aunque es espantosa, es un cerillo para la mente que nos obliga a pensar de diferente manera y cuestionar qué cosas son necesarias y cuáles no.
Cómo conseguir los productos que necesitamos, cómo poder seguir ofreciendo nuestras propuestas de valor de forma segura, cómo ir al super sin tocar nada, cómo seguir trabajando a distancia y una larga lista de cómos más. De pronto nos invaden miles de nuevos retos que nos presionan fuertemente a pensar fuera de la caja, basados en necesidades reales y ¡boom! La magia sucede…
Creo que Covid-19 llegó para mostrar al mundo entero la capacidad de cada uno para sobrevivir, para ser creativos, para reinventarnos. Basta con ver los memes de los cubrebocas o cómo la gente se las ingenia para salir (lo cual no es correcto, pero no deja de ser ingenioso).
En perspectiva, tratando de ver el lado amable como hubiera dicho el buen Cantinflas, esta pandemia nos está obligando a innovar, emprender y salir de nuestra zona de confort. Todas esas energías debemos canalizarlas después de esta crisis para seguir forzándonos a pensar diferente, a pensar en los demás y ver cómo podemos servirnos mutuamente, porque recuerden: si no sirven a los demás, no sirven para nada.
En esta ocasión sólo quería compartir este lado amable de la situación acompañado de un pensamiento positivo. Gracias por leerme.

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